El cantautor británico Ed Sheeran respira aliviado después de cuatro años de disputa legal: un juzgado londinense determinó que no cometió plagio cuando compuso en 2017 “Shape of You”, uno de sus grandes éxitos.

La canción, que tiene el record de ser la más escuchada en Spotify, fue territorio de batalla finalmente resuelta en los estrados a partir de la demanda iniciada por el artista nacido en Londres Sami Chokri y el productor Ross O’Donoghue. La dupla acusó a Sheeran de copiar el estribillo su tema “Oh Why”, de 2015.

El juez Anthony Zacaroli fundamentó el fallo favorable a Sheeran no sin admitir que la demanda tenía sus razones aunque los puntos de contacto entre los temas no eran determinantes. “Aunque hay algunas similitudes entre el ‘Oh Why’ y el ‘Oh I’, del estribillo de ‘Shape of You‘, también hay diferencias significativas”, dijo el magistrado.

Sheeran ya fue demandado en el pasado por presunto plagio. Sucedió en 2016 por su tema “Photograph” y en 2018 por “Thinking Out Loud”. En la primera, la decisión judicial le fue desfavorable: pagó 5 millones de dólares a sus demandantes, a lo que se sumó la cesión de un 35% de los beneficios brutos del tema. Por el segundo aún no hubo definición y el proceso continúa.

El abogado de Chokri y O’Donoghue, Andrew Sutcliffe, no trató bien a Sheeran: “Toma ideas prestadas y las introduce en sus canciones, a veces lo reconoce, pero otras veces no”, declaró el letrado. El músico recogió el guante y contraatacó: “Siempre he procurado ser completamente justo a la hora de atribuir créditos a todo aquel que haya contribuido en alguna de mis canciones. Suelo referirme a otras obras cuando compongo, como hacen otros autores. Y si existe esa referencia, siempre aviso a mi equipo para que obtengan la cesión o licencia correspondiente”

Además el artista, que volverá a cobrar regalías por “Shape of You” después de tres años (en 2019 el comienzo del proceso puso en suspenso el beneficio) amplió sus declaraciones en un video posteado en sus redes sociales:

“Me parece que denuncias como esta se han vuelto demasiado comunes y se está creando una cultura por la que se lanza una acusación con la idea de que llegar a un acuerdo será más económico que ir a juicio, aunque la acusación no tenga ningún fundamento”, dijo.

Ser un beatle no te salva

Situaciones como las vividas por Ed Sheeran son parte de la historia de la música, y artistas de los más variados estilos y géneros debieron enfrentar procesos judiciales por plagio, algunos por temas que llegaron a ser éxitos planetarios y alcanzaron la estatura de long sellers. El caso más célebre es el de “My Sweet Lord”, segundo tema de “All Things Must Pass”, el álbum debut del ex beatle George Harrison.

Aparecido en noviembre de 1970, el álbum triple llegó alto en los ránkings de Reino Unido en los Estados Unidos, donde además lideró el Billboard Top 200 durante siete semanas seguidas. Un éxito que permaneció sin mácula hasta 1976, cuando Ronnie Mack aseguró que “My Sweet Lord” repetía la melodía de “He’s so fine”, tema de su autoría grabado por el grupo femenino The Chiffons.

Harrison no tuvo chances en el proceso por plagio y perdió el juicio. El juez, que dictaminó que el autor de “Something” había cometido “plagio inconsciente”, lo obligó a pagar 5 millones de dólares en concepto de indemnización. De todos modos, el ex beatle recuperó la propiedad del tema.

Dos monstruos de la música vs un one hit wonder

El rapero Vanilla Ice usó como entrada de su gran –y único- hit “Ice Ice Baby” la misma línea de bajo que oficia de introducción de “Under Pressure”, el tema que unió a Queen con David Bowie en 1981. Escuchando ambos temas no queda ninguna duda. Sucedió en 1990 (Vanilla es un típico producto de la época) y por más que el artista se empeñara en negarlo, la flagrante evidencia lo obligó a llegar a un acuerdo extrajudicial para no ir a juicio.

La exitosa colaboración entre el Duque Blanco y Freddie Mercury y compañía, no supuso un beneficio en regalías para el gran solista británico hasta que se convirtió en éxito. El arreglo extrajudicial entre Vanilla Ice, los miembros de Queen y Bowie se basó en la aceptación de Vanilla de dar parte de las ganancias de “Ice Ice Baby” a los cinco músicos en lo que se convirtió en un ejemplo de acuerdo.

“Under pressure” fue lanzado como single en 1981 y luego incluido en “Hot Space”, décimo álbum de la banda inglesa, publicado en 1982. Por su parte, “Ice Ice Baby”, escrita por el rapper junto a DJ Earthquake, apareció en “To the Extreme” álbum debut del artista norteamericano.

Final a todo ritmo

En diciembre de 2018, Pharrel Williams y Robin Thicke perdieron el juicio por plagio que enfrento su hit “Blurred Lines”, de 2013, con “Got To give It Up”, éxito de 1977 de Marvin Gaye, “El Príncipe del Soul”.

La demanda la iniciaron en 2015 los familiares del gran artista, y fue resuelta por un juez de California, que dictaminó que Williams y Thicke debían pagar 5 millones de dólares, además de la cesión del 50% de todas las regalías a futuro de “Blurred Lines”.

El proceso fue largo ya que en primera instancia el juez había determinado una indemnización de 7 millones de dólares, medida que fue apelada en 2016 por Thicke y Williams. Y aunque los artistas utilizaron diferentes medios para pontificar a favor de una costumbre que la industria de la música tenía cada vez más incorporada –la inspiración en otros trabajos musicales para la creación propia, siempre y cuando ese “préstamo” estuviese debidamente acreditado, lo cual ellos juzgaban no era el caso- no hubo inflexibilidad de parte del magistrado, quien con la sentencia sentó un precedente para el futuro.

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