La consultora STG, de Dolores Lavaque, realizó un estudio para determinar los hábitos de consumo relacionados con el vino a lo largo de 2021 con el objeto de mostrar cambios y similitudes respecto del pandémico 2020. El relevamiento se hizo en consumidores de entre 22 y 65 años.

Las mediciones comprendieron: la venta en canales online (y su evaluación) frente a la que se realiza en puntos físicos, identificar qué contenidos digitales se consumen actualmente, y analizar comparativamente hábitos de consumo con la encuesta realizada en 2020: frecuencia de compra, ocasiones, canales, gasto promedio, stock.

Los primeros datos que arroja la medición son contundentes respecto de cantidades y variedades: el 42, 25% de los consultados aseguró tomar vinos o espumantes entre 1 y 3 veces por semana. Y casi el 90% de los productos corresponden a variedades tintas. Más atrás vienen los blancos (24,1 %), espumantes (23,8%), rosados (17,2%) y blancos dulces (14,6%).

Consumo, stock y precios

En relación a la ocasión de consumo, el horario de la cena es el que prevalece, seguido por los almuerzos del fin de semana. Familia o pareja son las compañías elegidas. El apartado “acompañamiento de una actividad ociosa”, tuvo mayor volumen de representación en el rango de 22 a 24 años, con un 12,5%.

Con respecto al almacenamiento de vino en casa, la pandemia generó la costumbre de stockearse. Un 41,3% de los encuestados asegura haber tenido un stock de hasta 12 botellas durante el periodo de aislamiento, hábito que se hizo presente en personas de 40 años para arriba, y que subió hasta las 24 botellas en mayores de 44 años.

En cuanto al gasto, los vinos de entre $200 y $600 fueron los más consumidos en el periodo 2020/2021 por más del 50% de los relevados. Bajando la escala, el 28,64% gastó entre $400 y $600, y el 25,98% gastó entre $200 y $400. El 18%, en tanto, invirtió en vinos de entre $600 y $800, mientras que menos del 4% lo hizo en el rango inferior a $200.

Edades y niveles de gasto

Atención a estos datos singulares: alrededor del 14% de las personas en los rangos etarios de 22 a 34 años y de 43 a 65 años gastaron más de $1.000 en una botella de vino o espumoso, pero el primer segmento (junto con los consumidores de más de 65 años) también tuvo mayor volumen de representación en el gasto de menos de $200.

Entre los $220 y los $800 se repartió el gasto de diferentes rangos etarios. Los de entre 44 y 52 y los de 53 a 65 invirtieron en su mayoría entre $400 y $600, apareciendo una leve tendencia a gastar más en los primeros (entre $600 y $800) y menos en los segundos (entre $200 y $400). Por su parte, el rango etario de 35 a 43 años gastó mayoritariamente entre $400 y $600.

Dónde y cómo se compró

A la hora de comprar, la mayoría de los encuestados (más del 50%) lo hizo en supermercados en forma presencial (las tiendas online acapararon sólo el 10%). Les siguieron los supermercados chinos y las vinotecas, con 36.46% y 31,30%, respectivamente.

En cuanto al e-commerce, las vinotecas primaron como el canal de venta más utilizado. La modalidad online es la escogida por el segmento de 35 a 44 años (10,1%) mientras que las personas de 44 a 52 años (lo que representa un 15,8%) prefirieron hacerlo de manera presencial.

Mientras tanto, las tiendas online de las bodegas, que crecieron exponencialmente durante el periodo más duro de la pandemia, arrojaron un dato que es, sin dudas, reflejo de ese subidón: son elegidas por la franja etaria de entre los 44 y los 65 años, lo que significa entre un 6 y un 8% de las preferencias.

Fuente: El planeta urbano

 

 

 

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